Como el sufrir y el llorar.
Viene el hombre ciego al mundo,
Cuartiándoló la esperanza,
Y a poco andar ya lo alcanzan
Las desgracias a empujones;
¡La pucha que trae liciones
El tiempo con sus mudanzas!
-Párrafos 21 y 22-
Sosegado vivía en mi rancho
Como el pájaro en su nido-
Allí mis hijos queridos
iban creciendo a mi lao-
Sólo queda al des-graciado
Lamentar el bien perdido.
-Párrafo 50-
No hallé ni rastro del rancho-
Sólo estaba la tapera.
¡Por Cristo, si aquello era
Pa enlutar el corazón!
Yo juré en esa ocasión
Ser más malo que una fiera.
-Párrafo 169-
Sólo estaba la tapera.
¡Por Cristo, si aquello era
Pa enlutar el corazón!
Yo juré en esa ocasión
Ser más malo que una fiera.
-Párrafo 169-
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