martes, 1 de octubre de 2013

¡Quién es de un alma tan dura
Que no quiera a una mujer!
Lo alivia en su padecer:
Si no sale calavera
Es la mejor compañera
Que el hombre puede tener.

Si es guena, no lo abandona
Cuando lo ve desgraciao,
Lo asiste con su cuidao
Y con afán cariñoso,
Y usté tal vez ni un reboso
Ni una pollera le ha dao.

Grandemente lo pasaba
Con aquella prenda mía;
Viviendo con alegría
Como la mosca en la miel;
¡Amigo, qué tiempo aquel!
¡La pucha que la quería!

-Párrafos 302 a 304-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.